sábado, mayo 29, 2004

AMOR - CAPITULO ONCE - PARTE 1

Demorar un final es prolongar la agonía; poner fin, es generar otra aventura, tal vez infinita. (Eu)

Lo escribí hace unos días.
Sería bueno poder tener ídolos y que sean reales.

Gandhi y los otros pertenencen a otra época. Actualmente es difícil encontrarlos.
Se puede idealizarlos por el pensamiento, por su fuerza, su valentía, o por ser los amantes ideales.
El amor es un ideal. Me doy vuelta con alguien que tiene voz profunda, o que mira como si fuera desde el más allá, o habla días enteros sin aburrirme o sin seducirme groseramente.
Ese alguien tal vez es un farsante. Es un riesgo.
Recuerdo haberme hechizado con un flaco por haberlo visto bailar. Iba navegando entre la gente, ebrio y ajeno. Sus ojos y su pelo lo hacían irreal. Tenía armado un esquema de seducción perfecto, desde cómo hablar, hacer callar, putear, adorar o hacernos sentir culpables por abandonarlo.

Con lo que no contaba era con las experiencias anteriores que tuve que soportar.
Claro que sufrí! Dos días. Al tercero resucité de entre los tontos.

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