sábado, mayo 29, 2004

AMOR - CAPITULO ONCE - PARTE 5

Se me hace que el amor debe dar fuerzas para limpiar lo superfluo, limar asperezas, purificar lo dañino.
Quiero que me amen por lo que soy. Que no me idealizen.
Eso no quiere decir que deben gustar de mis eructos (es solo un ejemplo) o mi mal humor. La cosa es aislar lo que yo "creo" que es bueno, de lo que realmente "es" bueno y aumentarlo; ponerlo en relieve.
Por otra parte tengo que aceptar lo que hay de mal en mí, y canalizar esa energía.
Algo así como el escultor del primer capítulo que aperrea la madera para no matar a alguien.
Pobre Lula! Qué locos que estamos todos.
Qué locos, por favor! Y el viento nos juntó en este rincón del planeta, en penitencia.

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