sábado, mayo 29, 2004

HIPOCRESÍA - CAPITULO DOCE - PARTE 4

Lo que no puedo es sonreirle al que me hirió sabiendo que yo, enamorada o enamoradiza, estaba en desventaja.
Ahí se pudrió todo. Nada de ser amigos. Si fué un error mutuo, tipo, estábamos solos, sin afecto, y no supimos ser amigos, entonces está todo bien. Sino, enemigos a muerte. Todo vale: me provocas y te destruyo.
Omar dijo una vez que temía a los que no tienen nada que perder, porque son los mas destructivos. Como suicidas japoneses.

Yo entré sin querer en esa categoría. Descubrí el mundo, la amplitud espacial. Entonces me c...en los infiernos de pueblo chico.
Púdranse, muéranse, revuelquense en su mierda.
Tienen lo que se merecen.
Y bienaventurados los que permanencen en ese fango, pero no se enlodan, trascendiendo toda la miseria humana.


No hay comentarios.: