sábado, mayo 29, 2004

MADRE - CAPITULO SEIS - PARTE 4

Cuándo dejé de ser hija? No me acuerdo. En algún momento se rompió el afecto ciego. Pero la amo.
Eso sí, soy una visita. Llego de viaje y ella me abraza y me besa con esos ruidos escandalosos, y yo me dejo, para que piense que todavía tiene su beba.

Después tomamos mate, de pié en la ventana de la cocina.
Siempre trato de no darle malas noticias; por lo menos no de entrada.
Después sale; va y hace sus visitas diarias para "predicar la palabra de Dios".

Parece más importante que averiguar si vine a suicidarme o a asesinar al presidente. Digo esto sin remordimientos, total a Dios no le importa lo que yo diga. Es como Caetano o como ojosmarinos: ni les va ni les viene lo que yo haga o diga.
El Todopoderoso creador, también es Herr destructor. O Shiva para los hindúes.
Me aniquila y pronto. Solo soy una mota de polvo, traída al mundo por una mujer que no lo pensó bien.
Perdonala Señor, no es culpable. No entendió lo que estaba haciendo.

No hay comentarios.: