sábado, mayo 29, 2004

MUERTE - CAPITULO TRECE - PARTE 4

Hace diez años tuve el típico caso de "muerte" que se cuenta en los libros. Dormíamos todos juntos en el piso. Era un día como cualquier otro. Los ruidos de siempre en el edificio: puertas, conversaciones, zumbidos.
Entonces todo se apagó y me ví tratando de asomarme afuera del tubo que me aprisionaba. Media docena de manos intentaba ayudarme. Me invitaban mudamente, a ir vaya a saber dónde; solo sé que ese agujero de luz y de brazos, exhalaba una paz increíble. Si subía, se acababa todo; intuía con certeza que no sufriría nunca más; no tendría que preocuparme más por nadie.
Y ahí...track, recordé que tenía dos nenitas que penarían si me iba tan temprano de sus vidas.
Automáticamente, comenzó de nuevo el barullo, el calor de los cuerpos y la consciencia del mío.
Otro día, me ví en una caverna gigantesca con muchas salidas. Yo sabía que la única que me llevaba al mundo normal, era la que estaba a mis espaldas. Las otras iban a lo desconocido. Sabía que con solo desearlo, y elegir una, saldría a alguna nueva forma de conocimiento. Supuse que podría volver, pero no estaba segura de en qué condiciones.
Y si enloquezco?, pensé. También cabía la posibilidad de deshacerme del cuerpo o de la mente pero eso implicaba algún tipo de muerte, y yo debía pensar en mi familia.
Retrocedí; sabía cuál era la elección.
Hoy sé que los túneles siguen estando ahí, y que en cualquier momento voy a recorrerlos. Experimenté hace algunos años drogas naturales, y sé que no es difícil entrar en otro sistema de pensamiento. Pero a veces, aún sin saber cuál es el método, pienso que tal vez tenga este cuerpo y esta mente preparados así por algún motivo, aunque no entienacuál es.
Eso sí, si el precio esla muerte, y se la teme por entrar a lo desconocido, yo no tengo miedo.
Es un desafío. Es un riesgo que hay que correr. Tal vez del otro lado sea la destrucción total, pero quiero saber.

No hay comentarios.: