sábado, mayo 29, 2004

MUJER - CAPITULO CUATRO - PARTE 1

Un hombre gusta de una mujer. Cree que, bueno, que a ella no le disgusta su persona, aunque no expresa su interés a los saltos, porque las mujeres (excepto yo) no saltan cuando se apasionan, pero, claro, el flaco cree leer en sus ojos que algo pasa.
Entonces comienza a describir en un largo monólogo todos sus defectos (pocos e insignificantes) y todas sus virtudes (parecen pocas, porque humilde, las oculta).
Ella a su vez, hace lo mismo. Entonces se conocen. O creen.
El tipo se le acerca en algún momento inesperado, y le dice bajito:
- Creo que me estoy enamorando - O algo mas término tibio: - Sabés que me gustas mucho? -
Si tiene miedo, busca la ambigüedad común: - Sos una linda persona. - y que ella se las arregle para entender lo que quiera.
Ahora bien, hagamos un cuadro sinóptico:

hombre desinhibido,
normal o
tímido

Cualquiera de ellos puede atacar a adiscreción, que si es rebotado, dirá que era un chiste, o algo por el estilo.

mujer desinhibida,
normal o
tímida

La primera tiene aparejada una atracción casi animal sobre los hombres.

Quiere = toma.
El uno por ciento que rebota, se la mastica y pronto.
La tercera sufre en silencio, que otra!
La del medio es la que está jodida. Dónde vieron una mina educada, controlada, (es un ejemplo) más o menos culta, con sentido del ridículo y la vergüenza, etceteras varios, encarar un hombre, directo a los ojos marinos, que encima son mas francos que Francisco Franco, y que te miran no sabés si para desnudarte o darte la comunión?
Pasemos a ejemplificar:

Situación 1:
Yo digo: - Creo que me estoy enamorando -.
El dice: - De quién? -
(Ahí ya me hice pis)

Situación 2:
Yo digo: - Me gustás mucho! -
El dice: - Sí, soy macanudo! -
(Me dan ganas de cortarme el cogote)

Situación 3:
Yo digo: - Sos una linda persona. -
El dice: - Mi mamá opina igual. -
(Busquen el árbol; yo, la soga)

Situación 4:
En vez de describir virtudes a paladas, nos confesamos maníacos-depresivos, posesivos, egoístas, andróginos, sexópatas, sadomasoquistas y que se yo mas.
Como si fuera poco, nos atropellamos para competir con quién sufrió más o hizo sufrir más.
Y terminamos mirándonos autoconvencidos de que semejante m...cococito, el otro no se la merece.
Encore, qué hacemos?
Despedirnos desprendidamente, para que el otro no sufra.


No hay comentarios.: