sábado, mayo 29, 2004

PADRE - CAPITULO SIETE - PARTE 3

Menos mal que tengo mi Elektra resuelta. Mi viejo no era un santo. Ahora extraño sus pavadas, pero no fué fácil vivir con él. Mi herencia genética me hace parecida e igual de difícil. Por eso no ando por ahí procurando hombres que equivalgan a la imagen paterna.
Tengo deseos serios y razonables de ser feliz con un aventurero, y no de estar corriendo detrás de las locuras de un neurótico.
Hace unos días me senté en un bar con Fernando y Marina, y él me dijo bajito que no tenía la menor intención de cambiar de mujer porque era interesante ver como las discusiones eran siempre deliciosamente conocidas. Extraña definición de pareja!
Para mí, significa volar a lo inimaginable mientras podamos, y luego esperar el uno al otro para bajar suavemente los peldaños juntos; saber que yo estaré ahí cuando me necesite y poder contar con él como un amigo, aquel en que puedo confiar. Sostenernos si temblamos o escucharnos si lloramos.
Viejo, quedate tranquilo! Tal vez las cosas no estan resultando así.
Pero no es tu culpa.

1 comentario:

Anónimo dijo...

fernando y marina ya partieron para otra dimensión pero continúo a intentar copiar su rutina amorosa de quedarme con el último, hasta las últimas consecuencias. Uno de los dos se va a quedar viudo, pero separar no está en mis planes. Cuando no lo aguanto mas, simplemente agarro la valija y viajo a algun lado hasta extrañar de nuevo sus pelotudeces. La joda va a ser el dia que esté tan viejita que no pueda viajar mas. Entonces tendré que construir un bunker al lado de la casa, para curtir soledad jeje